Entrevista con Aminetu Haidar

Tras una semana en Huelga de hambre, la avtivista saharaui concede entrevistas a los distintos medios de comunicación para dar a conocer su estado durante estos dias:

Fuente: laprovincia.es » Lanzarote GREGORIO CABRERA / ARRECIFE

-¿Cómo se convirtió usted en activista? ¿Tuvo lugar por algún motivo concreto o simplemente surgió sin que casi usted se diera cuenta?

– En 1987 las autoridades marroquíes me encerraron, como una más de los miles de saharauis desaparecidos. Durante cuatro años permanecí en una mazmorra. Decidí, junto con otros grupos de personas que logramos sobrevivir a las mazmorras, dar a conocer las violaciones cometidas por Marruecos contra los saharauis y para reivindicar la liberación inmediata de los desaparecidos. Claro, esto no era fácil. Esto me ocasionó muchos problemas: interrogatorios, amenazas de muerte… Pero el hecho es que fue a mediados de los noventa cuando todo este movimiento tomó cuerpo.

– ¿Ha flaqueado en alguna ocasión en estos años de lucha? ¿Ha llegado a pensar que no ha merecido la pena tanto sufrimiento como, según denuncia, le han causado las autoridades marroquíes y esto la ha llevado a pensar en dejarlo, aunque fuera por su familia?

– Nunca [lo ha dicho sin que medie apenas una centésima entre el final de la pregunta y su respuesta, con absoluta firmeza y clavando los ojos en el entrevistador]. Jamás he flaqueado en mi cometido. Al contrario: cuando más aumenta la represión en contra de los saharauis más me convenzo de la necesidad de defender sus derechos como pueblo.

– Usted es madre. La mayor parte de las personas de cualquier lugar del mundo en su situación optaría por una actitud que le ahorrara problemas a usted y a su familia…

– Es cierto. Para una madre es muy duro. Pero yo no estoy defendiendo solamente a mis dos hijos. Estoy defendiendo los derechos de los niños que no han visto a sus padres, que han muerto en las prisiones o están en los campamentos de refugiados. Como madre veo que hay otras muchas madres que han sido privadas de sus hijos. Esto es lo que me impulsa a no ser egoísta. No defiendo un derecho individual, sino colectivo.

– Tiene 42 años. Era una niña cuando murió Franco y se produjo la retirada española del Sahara Occidental y el tripartito que supuso la ocupación de este territorio por Marruecos y Mauritania tras el pacto tripartido de los Acuerdos de Madrid. Pero, ¿qué recuerda de aquel periodo que cambió la historia de su pueblo?

– Recuerdo que cuando comenzó la Marcha Verde por parte de Marruecos yo estaba en Tan Tan. Tengo en el recuerdo la imagen de los camiones que pasaban llenos de marroquíes pero no entendía el porqué. También se quedó grabada en mi memoria una niña española de mi misma edad que vivía en el mismo barrio que yo y se llamaba Maite. Cuando las dos tuvimos que dejar el Sahara a finales de 1976 fue dura la separación. Las dos empezamos a llorar sin consuelo, abrazadas.

– Se define usted como pacifista. Pero, ¿cree que es posible una vuelta a las armas por parte del Frente Polisario?

– En cualquier caso, eso es algo que tendrá que decidir el representante único del pueblo saharaui que es el Frente Polisario. Yo sólo soy una activista en defensa de los derechos humanos y defiendo la lucha pacífica y espero que la guerra no tenga lugar y que no provoque más sufrimientos a los pueblos marroquí y saharaui. Yo respeto mucho al pueblo marroquí, no tengo ninguna problema con él. Mi pueblo no se siente en absoluto enemigo del pueblo marroquí. Nuestros problemas es con el Gobierno de Marruecos. De hecho, creo que el pueblo de Marruecos, como el saharaui, es otra víctima de su gobierno.

– ¿Tiene la sensación de que las potencias implicadas de una manera más directa en el conflicto del Sahara no presionan lo suficiente para poner fin a represión al pueblo saharaui que, según su denuncia, tiene lugar constantemente?

– Los que le hacen el juego a Marruecos y que suba la represión son Francia y España.

– ¿Y cómo y por qué harían esto estas dos naciones que usted cita?

– La respuesta la tendrán los gobiernos español y francés. Lo cierto es que colaboran por su silencio y por no criticar la actuación marroquí sobre los derechos humanos. Francia, además, está en contra de introducir párrafos relacionados con la defensa de los derechos humanos en el Sahara Occidental en las resoluciones de la ONU. Siempre en los informes de la ONU hablan de las violaciones de los derechos humanos del pueblo saharaui, pero cuando llegan al Consejo de Seguridad, Francia ejerce su derecho al veto para no incluir estos párrafos.

– Usted ha visto mucho sufrimiento. Usted misma ha denunciado ser víctima de torturas, palizas y vejaciones. Se la ha visto en imágenes con el rostro ensangrentado. ¿Confía Aminatu Haidar en el ser humano todavía?

– [Mueve la cabeza de lado a lado antes de responder]. No perderé la confianza en el ser humano. Mi desconfianza está en algunos gobiernos, pero no en la humanidad.

 

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